Joderr¡¡¡¡ como pude, paré un taxi. Quiero decir que salí corriendo a por el, corriendo por la calzada a toda ostia, perdí un zapato y Nasty se quedó quieta como quien no ha visto pasar nada...
Menos mal que nos queda portugal¡¡ pensé yo. Una vez dentro del vehículo le dije al taxista la dirección que debía tomar y me abalancé sobre ella. Empecé a meterle la lengua y ella se esforzó bastante en quitarme el cinturón y desabrocharme la bragueta. Mis brazos cundían como los de un pulpo ó calamar gigante. Por diosss¡¡¡ que tetas que tenía y que pezones mas duros. ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh¡¡¡¡¡....
Mi lengua alcanzó considerables proporciones y no se ni como podía abarcar toda aquella cantidad de maravillosa carne, recubierta de una dulce piel, tan suave como el culito de un bebé...
Cuando consiguió coger mi cosa en su mano y comprobar su envergadura, sus ojos se abrieron como platos. Unos grandes puntos azules de fondo en un plato de presentación blanco de los que te ponen en una sidrería o alta taberna. Wowwww...
Lo ultimo que recuerdo es la cara de mustio del taxista mirando por el retrovisor, sus ojos de paranoide, un ostiassssssssssss.. que salió de su boca justo antes de pegarnos la gran ostia contra un camión de reparto de cocacolas. Será mamon...
Como pudimos, salimos del taxi y nos fuimos con la velocidad lenta hasta que perdimos de vista el humo y el ruido. Cuando pudimos nos paramos, ella se sento en un rellano y yo me armeé de valor para intentar controlar a la anaconda que había cobrado vida entre mis manos...
Joooooder¡¡¡ que cosas le pasan a uno.
Nasty, estás preciosa, te lo había dicho antes?
Ella se echó a reir, a reir a carcajadas, mientras echaba mano de su bolso. Su bolso...Su bolso estaba un poco arrugado. Seguía tronchandose de la risa mientras metía la mano dentro de el y su risa de repente se convirtió en sollozo cuando comprobó que la caja de donuts se había aplastado.
Vaya visión¡¡¡
